Gargoliath [1/??]

Son las únicas palabras que se oían con frecuencia en mi comunidad, de hecho eran las únicas palabras de las que conocíamos a la perfección su significado porque las vivíamos a diario.
Eso era antes, porque la vida cambió radicalmente cuando lo conocimos a él…

Comenzó en una tranquila mañana en mi casa; una gran mansión de dos pisos, llena de enormes ventanales y elegantes detalles de la época, todas las casas en el mundo son como la mía, y como en todas las casas; hay “autómatas”.
- Buenos días Señor – me saludó el pequeño autómata.
- B-buenos días… - respondí con un bostezo desde mi cama.
- El día de hoy será soleado… temperatura de 20° centígrados y en aumento… recomendable; ropa cómoda y holgada – decía el pequeño autómata mientras abría la gran cortina roja del ventanal; dejando entrar la luz. El pequeño autómata gris sacó unos brazos con pinzas en las puntas, abrió el armario, sacó un uniforme y lo colocó en el borde de la cama junto con una toalla - ¿Algo más que se le ofrezca Señor? – preguntó el pequeño.
- No, eso es todo, gracias AUPI– le respondí. El autómata hizo un gesto con sus brazos y se fue casi corriendo en sus ruedas hasta una pequeña puerta en la pared.

El muchacho que se levanta con ese cabello despeinado soy yo.

Me levantó de mala gana y me dirijo al baño de mi cuarto casi arrastrando los pies. Como ven mi cabello es pelirrojo oscuro y hoy está muy alborotado; mis ojos cafés claros, que hoy están casi cerrados por el sueño; mi delgado cuerpo, que hoy esta encorvado y se mueve de mala gana. Hoy como todos los Randi’s significa el inicio de la semana.
- ¡Buenos días, Hoy es Randi 12 de Mumdu del 3515 de la Nueva Era! – Dijo una voz desde el nuevo autómata que se encuentra en el baño, es nuevo, apenas salió y se lo dieron a mi padre en su trabajo - ¡El día de hoy será so…!
- ARDIO apágate – le dije y el autómata cuadrado se apagó. Luego de tomar un baño me pongo mi uniforme; consiste en un saco azul oscuro, unos pantalones muy holgados y que llegan debajo de la rodilla, de allí le siguen unas calcetas y unos zapatos negros. Lo que más odio del uniforme es esa gran y estorbosa gorra.

Bajo las grandes y blancas escaleras de caracol que se encuentran en medio de la casa, justo en el techo de estas; hay una gran cúpula llena de vitrales. Toda la pared es blanca, está llena de pinturas, retratos familiares y uno que otro detalle de la época que le dan ese toque de elegancia a la casa. Al bajar me dirijo a la cocina. Para mi sorpresa está vacía. Solamente está ASH.
- Buenos días Señor – saludó el autómata mientras interrumpía su labor de lavar platos.
- Buenos días ASH – lo saludó, ASH se voltea y continua con su labor, sus largos brazos tomaban los platos y los lavaba con cuidado - ¿Ya se fueron mis padres?
- Si, ya se fueron desde temprano – dijo una voz a mis espaldas. Volteó para ver de quién se trata y con una cálida sonrisa respondo:
- Buenos días, Kate
- Buenos días, Alex…

Kate es mi hermana gemela, ella tiene el cabello del mismo color que el mío, ambos lo tenemos lacio, solo que ella lo tiene aún mas lacio, largo y brillante. Sus ojos son grandes y cafés más claros que los míos, una cara con rasgos finos, blanca y rosa de las mejillas. Aunque soy su hermano, yo digo que Kate es muy atractiva, tiene un cuerpo muy bien dotado y formado. Solo que ella sigue la moda y esto la obliga a que tenga que utilizar unos vestidos muy grandes y elegantes.
- ¿De nuevo se van temprano? – le pregunté.
- Por supuesto tonto – dice ella con una sonrisa mientras me da un golpecito con sus dedos en la nariz – Papá tiene de nuevo trabajo en el Parlamento.
- ¡Oye no me golpees! – le digo mientras le quito la mano de mi nariz.
- Que esperabas de tu hermana mayor – dice con una sonrisa burlona.
- ¡Sólo son dos minutos! – le gritó mientras ella sonríe.
- Su desayuno está listo – dijo ASH desde la cocina.
- Gracias ASH – respondemos a la vez.
- Te ganaré – me dijo Kate mientras corría a la cocina.
- No lo creo – le respondo mientras corro tras ella. Kate es una excelente hermana, siempre nos la pasamos bromeando y compitiendo por todo. Ella es la persona más amable que conozco, le cae bien a todos, es lista, educada y tiene a varios pretendientes tras ella.
- El desayuno de hoy; chilaquiles… buen provecho – dice ASH mientras coloca los platos sobre la mesa, ASH parece un pulpo; puede estar haciendo varias cosas a la vez porque sus brazos se lo permiten, mientras mi hermana y yo desayunamos ASH recorre todo el techo de la cocina metiendo los platos en su lugar.
- Ten cuidado ASH – le dijo mi hermana - No vayas a sobrepasarte, no queremos que de nuevo se rompa tu eje y caigas al suelo.
- Descuide Señorita – respondió ASH.
- Desde ese golpe, ASH actúa de manera extraña… - le dije a mi hermana mientras comenzaba a comer un poco de los chilaquiles.
- Algo… - respondió ella -… normalmente a veces se trauman cuando se lastiman…
- Ahora que recuerdo, tu AUPI no quería despertarte después de que lo pateaste y salió volando por la ventana – le dije sarcásticamente.
- ¡Fue un accidente! – Grita ella toda sonrojada - ¡Estaba soñando que me atacaban y el saltó sobre mi! ¡Pues claro que me asustó!
- ¡Nah! – le dije en tono burlón – Que se me hace que querías otro AUPI y por eso lo lanzaste por la ventana…
- ¡Que no! – gritó ella. ASH alcanzó a escuchar unos ruidos y giro un poco su único “ojo” de color rojo que tenía en el centro de su cabeza.
- Señorita, su madre me pidió que por favor no estrangulara a su hermano – dijo mientras veía como ella agarraba mi cuello y me sacudía con fuerza – o me veré en la penosa necesidad de intervenir
- Por… fa… vor… - le dije con mi último aliento. ASH estiró uno de sus brazos y conforme lo acercaba a mi hermana empezaba a sacar chispas.
- ¡WAAA! – gritó mi hermana y me soltó en seguida al ver que ASH le acercaba su brazo sacando chispas.
- Coman por favor… - dijo ASH retirando su brazo y continuando con su labor -… le avisaré al carruaje que ya esté listo.
- Gracias ASH – respondió mi hermana y se dedicó a comer.

El desayuno finalizó, ASH recogió los platos y los llevo al fregadero. Mi hermana salió de la cocina y tomó su mochila, yo hice lo mismo.
- ¡Que tengan un muy buen día! – exclamó ASH asomándose por la puerta de la cocina.
- Gracias e igualmente – respondimos los dos a la vez.
Me acerqué a la gran puerta de madera y la abrí, al abrirla lo primero que se ven son las plantas de mi Madre, todo el jardín de enfrente de la casa está lleno de sus plantas, lo cual hace que el jardín se vea lleno de vida. Conforme mi hermana cruza el jardín, comienzo a notar que la atmosfera se oscurece y se llena de un zumbido.
- ¡Detesto esos “Dirigibles”! – exclamó mi hermana mientras levantaba la cabeza. Y así era, sobre el cielo, un gigantesco objeto color azul atravesaba lentamente, produciendo un zumbido.
- Tranquila… - le dije para calmarla mientras me acercaba a ella -… según leí; los Dirigibles disminuirán cuando inauguren el nuevo transporte.
- ¡Ah! – Exclamó mi hermana – ojala sea menos ruidoso que esas cosas - Ambos salimos del jardín y pudimos ver que el carruaje nos esperaba. El carruaje consiste en una cabina que es tirada por AUTO-2 y controlada por AUTO-1. AUTO-2 es un autómata que tiene la forma de un animal extinto; el caballo; mientras que AUTO-1 también es un autómata que tiene una forma parecida a los humanos, con traje y sombrero.
- Buenos días AUTO-1 – exclamó mi hermana.
- Buenos días Señorita – respondió AUTO-1 quitándose el sombrero y haciendo una reverencia. Kate subió al carruaje, enseguida subí yo, AUTO-1 cerró la puerta de la cabina.
Dentro de la cabina hay asientos para los pasajeros, Kate siempre le gusta ir sentada junto a la ventana, yo detesto ir junto a la ventana porque me mareó, aparte aprovecho el camino para leer el periódico. AUTO-1 subió en la parte de enfrente de la cabina, tomó unas riendas, las jaló y AUTO-2 comenzó a andar.
- Veamos como amanecieron todos... – exclamó Kate mientras se asomaba por la ventana.
La calle era empedrada como en toda la ciudad, únicamente la Vía Rápida es distinta; en la calle se podían ver varios carruajes, unos avanzaban y otros estaban estacionados. Conforme el carruaje avanzaba Kate veía como las tiendas de la calle comenzaban a abrir; en la panadería, el panadero introducía su llave a lado de la puerta, entonces las placas de metal que cubrían la puerta y las ventanas, descendían hasta esconderse en el suelo. Kate saludó al panadero desde la ventana y él le devolvió el saludo.
- Vamos Kate, tanto tu como yo sabemos que la Ciudad ha permanecido igual desde el Pacto – le exclamé sin quitar la vista del periódico.
- Si lo sé… - exclamó con una sonrisa – pero… ¿Jamás te has dedicado a observarla? – preguntó.
- Si una vez… - le respondí – fue entonces cuando descubrí que me mareo en la Vía Rápida…
El carruaje siguió andando por la calle empedrada, Kate continuaba viendo por la ventana; veía como algunos autómatas barrían la calle, otros recogían basura… Kate saludaba a todos y todos les respondían su saludo.
Incluso los habitantes que caminaban por la banqueta, saludaban a Kate o le dedicaban una sonrisa. La ciudad estaba llena de felicidad y de vida, los edificios, algunos altos, otros bajos, llenos de ventanales, con grandes y elegantes detalles de la época. El color blanco predominaba en casi todas las casas, los árboles y plantas terminaban de darle ese detalle de vida. El cielo estaba completamente azul, despejado y lleno de la luz solar.
- Entraremos a la Vía Rápida – exclamó AUTO-1 – por favor de abrocharse sus cinturones – Kate se separó un poco de la ventana, tomó una banda que salía del asiento y la colocó sobre su cintura hasta abrocharla en una ranura en el asiento. Yo por mi parte; guardé mi periódico y me coloqué rápido el cinturón tal y como lo hizo Kate.
- Adoro la Vía Rápida – exclamó mi hermana con felicidad. El carruaje dio la vuelta a la izquierda, el empedrado de la calle terminó y comenzó a andar por un gran medio tubo de color azul, conforme el carruaje avanzaba; comenzaba a aumentar su velocidad. Kate miró por la ventana y veía como varios carruajes pasaban a nuestro lado.
- Entramos a la Vía Rápida – exclamó AUTO-1, en ese mismo momento, jaló las riendas y AUTO-2 comenzó a ir más rápido cuando de pronto se sintió un saltó en la cabina, AUTO-2 levantó sus patas y las encogió, esto hizo que el carruaje comenzará a volar sobre el medio tubo que comenzaba a aumentar de ancho.
Todos los carruajes en la Vía Rápida volaban por el medio tubo azul y aumentaban su velocidad a cada segundo.
- ¡Aquí vamos! – exclamó emocionada Kate, yo me agarré fuerte de mi asiento. Se sintió como la cabina daba un brinco y enseguida caía en picada siguiendo el recorrido del medio tubo, todos los carruajes seguían el mismo recorrido, en la Vía Rápida no sólo habían subidas y bajadas, también habían curvas, túneles y cientas de salidas laterales hacia la ciudad.
- ¡Alex, mira el Parlamento! – exclamó emocionada Kate mientras veía por su ventana.
- ¡¿Para qué?! – Exclamé agarrándome de mi asiento - ¡Ya lo conozco!
- Un Dirigible está bajando en la entrada del Parlamento – dijo mientras señalaba con su dedo.
- De seguro… son las nuevas personas que entrarán al Parlamento – le respondí mientras trataba de controlar mis nauseas.
Kate continuó mirando al edificio del Parlamento; un gigantesco edificio circular de color blanco con dorado, todo el techo del edificio era una cúpula y alrededor de este se encontraba una gigantesca plaza blanca por donde transitaban personas, carruajes y autómatas.
Alrededor de la plaza habían distintos edificios llenos de detalles dorados, las calles eran empedradas, llenas de arboles, justo entre los edificios y por arriba de las calles, en algunas; pasaba el medio tubo azul que era la Vía Rápida. En todo el cielo de la ciudad de repente se veían Dirigibles o aves que sobrevolaban.
- Saldremos de la Vía Rápida – exclamó AUTO-1. El carruaje se acercaba a la lateral derecha y comenzaba a disminuir la velocidad. Entró por una salida, en la cual no habían muchos carruajes circulando. AUTO-1 jaló las riendas y AUTO-2 estiró sus patas, la velocidad disminuía y en la cabina se sentían pequeños saltos, el medio tubo terminó, la calle empedrada comenzaba y por la ventana pudimos ver un letrero que decía:

“Colegio Público Genoma 23”

El Colegio consistía en un edificio grande de tres pisos, con una cúpula central, debajo de esta, unas grandes puertas de madera; por ellas varios estudiantes con la misma ropa que teníamos entraban al edificio. El Colegio estaba rodeado por zonas verdes; llenas de árboles, arbustos, fuentes, canchas y otros pequeños salones.
El carruaje se detuvo; Kate y yo descendimos y nos dirigimos a nuestro salón ubicado en el segundo piso.
En nuestra clase hay un total de 37 alumnos; el salón es amplio, con ventanales que dan al pasillo y al exterior. Las bancas tienen un buen espacio de separación entre una y otra; están hechas de madera, tienen una amplia paleta y un cómodo asiento.
Al entrar, Kate se reúne con sus amigas y yo me voy a sentar a mi banca en espera de que inicie la clase.
- Buenos días Alex – me saludaron.
- Buenos días Graham – le respondo. Graham se acerca y se sienta en la banca de enfrente. Él es mi amigo, de hecho mi único amigo. Es más alto que yo, no es tan delgado y tampoco tan pálido. Su cabello es café, al igual que sus ojos, en su boca siempre se le puede ver una sonrisa.
- ¿Qué clase tenemos a primera hora? – le pregunté.
- Historia – respondió -… y no hice la tarea… - su sonrisa desapareció y en seguida cambió a una cara de frustración - ¡Y todo por culpa de AUPI que me dejó durmiendo! – comenzó a gritar y haciendo ademanes exagerados. Aunque los compañeros que nos rodeaban lo ignoraban, dado a que todos estamos acostumbrados a que sea un neurótico compulsivo…

La clase de historia comenzó; la Profesora escribía un poco en el pizarrón; la clase estaba callada y mi hermana Kate estaba que se dormía. Por lo mientras solo veía la espalda de la Profesora que estaba cubierta por su largo y lacio cabello negro.
- … La Nueva Era, ¿alguien sabe por qué se llama así? – preguntó la Profesora en busca de una mano levantada. La Profesora era joven y tenía un fleco que cubría su frente, usaba unos lentes delgados que luego se quitó.
- Se le llama así porque marca un momento diferente debido al Pacto – respondió una compañera de adelante.
- ¡Correcto! – exclamó la Profesora y en seguida dejó un libro que cargaba sobre su escritorio – El Pacto que ha prevalecido durante 3515 años; el pacto que mantiene a los humanos seguros en el día y que mantiene a las criaturas en la noche… - La Profesora se sentó sobre su escritorio -… por lo tanto, un humano no puede estar afuera durante la noche, ¿alguien sabe para qué sirve el Parlamento?
- Es la junta de personas que dirigen el mundo – respondió otro compañero.
- Así es, el Parlamento nació a la hora de su participación con el Pacto, representaron a la raza humana e hicieron un juramento para dirigirnos – explicó la Profesora – durante el Pacto se acordó que los humanos y las especies de animales que eligiera; vivirían para siempre en la luz; en el día… mientras que todas las demás criaturas del mundo; vivirían siempre en la noche, ese fue el pacto, todas las razas cumplirían con su parte y existiría un equilibrio en el mundo…
- Pero hubo una raza que no aceptó el Pacto – dijo la Profesora - ¿Alguien sabe cual fue?
- Pero… es solo un mito… - respondió otra compañera desde atrás del salón.
- Tienes razón… pero dime cual es – respondió la Profesora con una sonrisa.
- … La raza de los Gargoliath… - dijo la misma compañera en un tono muy bajo.
- Correcto – exclamó la Profesora muy feliz – La mítica raza de los Gargoliath no aceptó el Pacto, entonces, miembros de todas las razas acordaron castigar a esta raza… Los humanos los castigaron con la inmortalidad, los “Seres de la Oscuridad” los castigaron con tener la forma humana…
- Profesora… esto es historia, no mitos… - le dijo sarcásticamente un compañero.
- ¡Otra así y te vas de mi clase! – Le gritó señalándolo con el dedo - ¿en que estaba…? ¡Ah sí! Se dice que la raza de los Gargoliath está condenada a vagar por el mundo, con la forma humana y sin poder morir… El mito cuenta que los miembros de esta raza tienen la capacidad de andar sin problema en el día o en la noche… También había oído que ellos tienen ojos rojos, dentadura con colmillos afilados y alas de murciélago gigantes…
- Profesora… - la interrumpió el mismo compañero de hace rato.
- ¡Te advertí que…! – gritó la Profesora pero se quedó callada cuando vio que el compañero señalaba a la puerta.
En la puerta se encontraba el Coordinador Académico; un señor de unos 50 años, con bigote y barba, calvo de la parte de arriba de la cabeza y con unas pequeñas gafas. Vestía un traje de la época color negro y traía unas hojas a la mano.
- ¡Ah…! – exclamó nerviosa la Profesora.
- Pasaré por alto eso… - dijo sarcásticamente – Le he traído a su nuevo estudiante… - el maestro giro un poco y se alejo de la puerta – Pasa por favor… - le indicó. Todos en el salón voltearon a la puerta para ver al nuevo estudiante.
Se trataba de un muchacho, de unos 17 años, tenía mi misma altura y también era delgado. Su cara y el resto de su piel era completamente pálida, mucho muy pálida; su cabello estaba despeinado, era negro y algo largo, ya que cubría sus orejas por completo y un poco de su frente; su mirada era seria y bajo unas cejas marcadas se encontraban sus pequeños ojos verdes. Traía el uniforme del colegio y una mochila que arrastraba
- ¡AAHH! – Gritaron unas compañeras de la emoción - ¡Es guapísimo! – siguieron exclamando.
- Su nombre es… Allan Ninemer… - leyó el Coordinador –… viene de Cd. Terracota – todos el salón comenzaron a murmurar de la emoción, esa ciudad se encontraba del otro lado del mundo -… espero que este Colegio sea de tu agrado – dijo finalmente y cerró la puerta.
- Allan… - exclamó la maestra – Mira, a lado de Kate hay un asiento, pasa por favor – indicó la maestra con la mano.
- Mmhh – murmuró el muchacho y comenzó a avanzar. El Lugar del “nuevo” estaba en la esquina del salón, justo hasta atrás; a lado de Kate y justo atrás de mí. El muchacho se sentó en la banca y se acomodo un poco.
- Hola soy Kate Haeckel– exclamó mi hermana con una sonrisa.
- Ah… - exclamó Allan – mucho gusto… - dijo finalmente sin cambiar su expresión. Kate le volvió a sonreír de una manera confusa ante su seriedad.
- Hola, yo soy el hermano de Kate, me llamo Alexander, pero puedes decirme Alex – le dije con otra sonrisa.
- Uhh – murmuró con esa seriedad que tenía desde que entró al salón. Tanto Kate como yo volteamos mejor al frente ante la seriedad de Allan.
- Espero que se lleven bien con Allan – exclamó la Profesora con una sonrisa. Todos los del grupo se quedaron callados y luego ella continuó con su clase.

Las clases continuaban y como siempre se notaban un tanto aburridas, Kate estaba que se dormía en clase de filosofía; se había bloqueado por completo al no entender lo que significaba ente. Graham le estaba dando diarrea mental porque igual no entendía la relación entre ente y ser, mientras que la Profesora estaba que lloraba porque no sabía cómo hacerle para que entendiéramos.
- Que aburrido – exclamó Kate mientras colocaba su cabeza sobre la banca, giro un poco su cabeza hacía el lugar donde estaba yo. Por mi parte; prestaba toda la atención posible para entenderle al tema – mejor lo dejo… total el siempre le entiende a lo que yo no le entiendo y luego me explica… - exclamó un tanto frustrada.
Kate giró un poco la cabeza y se dedico a observar a Allan; él se mostraba más que aburrido y en eso se le escapó un bostezo. Kate quedó completamente perpleja ante lo que vio…
Allan soltó su bostezo, lo cual hizo que abriera bien la boca; Kate pudo ver como los dientes de Allan eran muy distintos a los normales; tenía caninos muy desarrollados, como colmillos de alguna bestia.
Allan cerró su boca y se percató de que Kate lo estaba observando. Kate giro rápidamente la cabeza hacia otro lado.
“… Hazte pendeja, hazte pendeja…” pensaba repetidamente Kate mientras miraba al techo y movía la cabeza de forma graciosa. Allan la miró rara y soltó uno de sus tantos murmuros.

La clase terminó y la mayoría salió del salón. Kate se acercó a mi banca mientras guardaba mi libreta.
- Esto es tan tedioso… - le dije mientras me ponía de pie -… tan tedioso como cuando nos enseñaban los ocho días de la semana y los seis meses del año… - pero mi hermana no respondió, estaba sorprendida e inmóvil – Kate… ¿ocurre algo?
- No me lo vas a creer – respondió ella con una sonrisa mientras recuperaba la movilidad – Allan… ¡Allan tiene colmillos! – exclamó emocionada.
- ¿Ah? – exclamé con una cara un tanto sorprendida como aterrada.
- Si, Allan tiene colmillos – exclamaba ella aún emocionada - ¿Tú crees que él tenga algo que ver con lo que nos dijo la Profesora de Historia?
- No – le respondí aun aterrado, ya que creía que mi hermana estaba loca – es una coincidencia, tal vez solo fue producto de tu aburrimiento combinado con tu imaginación…
- ¡Oye! – exclamó mi hermana mientras trataba de ahorcarme.

El día en la escuela finalizó y a todos los estudiantes vienen a recogerlos, ya sean sus padres o el carruaje. Cuando AUTO-1 llegó por nosotros, noté que Kate miraba detenidamente a Allan; él se iba solo, se iba caminando hasta perderse por la calle empedrada.
- Se va solo… - exclamó Kate con tristeza - ¿Acaso vivirá solo? – preguntó.
- No lo sé… - le respondí una vez adentro de la cabina – creo que es mejor dejarlo solo por el momento… Algún día, si él quiere; nos contará sobre su vida…

Continuará...