Guardian: Kichi no sekai o koete (Más allá del mundo conocido) (+15)

¡No!¡Detente!¡No lo hagas!¡No la mates, maldito!¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
Fausto ya no soportaba más recordar aquella noche, donde se mezclaba de sangre y dolor. Pero, al menos, sabia como detener eso. Él debía destruir al asesino de Ana, el demonio Mitra, de una maldita vez; ya que había postergado durante mucho tiempo. Preparó solo lo necesario; y le encomendó a Dios que reciba a quien alguna vez, fue la mujer que amó sin saber si ese sentimiento le era correspondido.
Al mediodía, él se fue del monasterio donde había crecido para no volver más. Ya el padre lo había excomulgado por ese incidente y los chicos de allí lo veían con desprecio. Ya no hay nada allí que se pudiese considerar algo como una "casa", un hogar. Con ese paronama; se dispuso a perderse en el horizonte para así enfrentarse a su destino; cuando una voz lo imterrumpio momentáneamente
¡Hermano, no te vayas!¡Hermano!:- grita la pequeña Fatima, de 13 años-:¿Es por lo de Ana?Porque si es eso, puedo hacer que todos te perdonen.
Ya no me importa esos malditos. No te enojes por eso. Pero recuerda estas dos cosas:- Y Fausto suspiró para seguir-:Uno; que no importa lo que pase, que debes ser fiel a ti misma y no te engañes con falsas promesas. Y dos, ya no me molestes nunca más ...hermana. Fatima lloró y se volvió al monasterio, contenta de que él le haya dicho "hermana".Y así empezó su viaje hacia las tierras malditas de Mitra; donde ningún hombre santo se atrevía a pisar, donde vivía el miedo y el horror, donde nunca se veía por la luz del día, donde nadie se animaba a hablar, donde moraba el asesino de Ana.

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Pasaron más de 2 horas y Fausto se desesperaba de no llegar más a donde moraba esa bestia; cuando una voz familiar le dijo-:¿Vos también te perdiste, hermanito? Ahí, Fausto se se dio cuenta de que no estaba solo-:¿No te acuerdas quien soy? Soy yo, Ceres; tu "hermana":- volvió a hablar.
Que no es tiempo para sentimentalismos, Ceres:- murmuraba Fausto-:Ya bastante con que un demonio mató a Ana y todos me lo echan en cara¿Acaso también quieres matar al bicho ese?Esa cosa la mato yo solo...:- cuando Ceres lo Interrumpió
¿Acaso piensas que vine acá solo para morir?Estoy acá para vengar a mi escuela, que fueron asesinados a sangre fría por ese monstruo infeliz:-llorando furica cuando, de pronto, el cielo se puso de color de la sangre y se llenó de nubes color hollín. La tierra se quebraba, las montañas subían, gritos de mujeres torturadas salían de las grietas. Era el infierno en la tierra.
Cuando de pronto apareció Mitra; con su túnica purpura y su rubia cabellera; y exclamó-: Soy Mitra, el dios amigo de los hombres. Veo que tú y tu gente están agradecidos por mi accionar anterior, así que me ofrendan una virgen...:-Mitra no pudo terminar su oración, ya que Fausto lo quiso atacar sin éxito, pero Mitra le detuvo el golpe en seco.
Con que todavía no sabes que las mujeres son el mal:-vociferó Mitra.¡Callate, maldito!-: Y los golpes iban con toda la furia a Mitra, pero él los esquivaba, y se burlaba de él. Ceres tambien intentó, sin éxito, hacerle daño a Mitra; y él se reía de sus intentos.
-:Estúpidos humanos, ustedes no son nada a lado como un dios como yo¡Mueran, en mi nombre!Ceres se preparó a atacar-: Este maldito necesita que lo acaben de una. Mirá y aprende, Fausto:-y alzando su puño hacia donde estaba Mitra; corrió y saltó para atacarlo. Pero, de pronto, una cuerpo extraño del cielo había estallado; y enceguecío a los dos solitarios vengadores.

Por la ceguera que provocó la explosión del elemento ese; Mitra asumió su verdadera forma, y hirió de muerte a Ceres, estrellándola contra la meseta. Fausto creía lo que veía, de vuelta revivían sus fantasmas, a la vez que la ira se apoderaba de su ser.¡Maldito demonio de cuarta!:- gritó; y con el poco ser que era, se dispuso a golpearlo; cuando una presencia le impidió seguir adelante, y empujó a Mitra lejos de él.
Y ahí estaba, con su presencia, tan grande como su poder; del color de la oscuridad y lo desconocido; haciendo temblar la tierra y alejando la niebla; aterrorizando a los que hicieron daño, y iluminando la mente a Fausto. Los demonios no podían creer lo que veían, sus victimas ya no sentían dolor, el cielo se volvía azul junto con la luna llena y sus hermanas estrellas como en los tiempos ancestrales; el tiempo de Mitra se les había acabado. Él volvió para imponer su orden en el mundo.
De pronto, ese gigante de metal agarró a Fausto y lo hizo entrar en su cabeza. Ahí, él descubrió que esa mole era un "Giga", una entidad de metal puro, un robot de poderes que superaba hasta las ambiciones de los magalomanos. Y a entrar en la cabina del robot y sentarse para tomar, sintió que una voz femenina le hablaba-:¡Vamos, asume tu destino!¡Tomá mi poder y superarás al mundo!:- Ahí, Fausto meditó un minuto sobre lo vivido; su crianza, el rechazo que sufrió, la ida de su hermana,la imposibilidad de poder confesarle a Ana sus sentimientos, su cruel muerte, el desprecio de los chicos del orfanato, la excomunión que le dio el padre Ivan, la sonrisa de Fatima, el ataque de Mitra hacia Ceres...entonces, se sonrío; y agarrando los controles, y se dijo-: Se termina todo eso...¡AHORA!
Y así como gritó, el Giga se movió con dirección a Mitra. Esté les ordenó a sus demonios que lo atacarán; pero ni llegaban a rozarlo, ya que su poder los volvía polvo. Furioso con ese acto de soberbia; el "Giga" se dirigió a donde estaba él y lo arrojo por los aires fácilmente, haciendo que caiga al suelo-:Maldito...como te atreves a hacerle eso a tu dios.
-:Cierto, eres un dios; y si lo eres...¡Y LOS DIOSES MORAN EN EL CIELO...GRAND TORNADO!:-Y de su brazo izquierdo, salio una ráfaga de viento que lo elevó y separaba su piel de los huesos. Allí, suspendido por la corriente de aire, se veia que Mitra no era ningún dios; que era solo otro idiota que solo se creyó uno¡¿TE ESTAS CAYENDO, DIOSITO MIO?!¡¡DEJA QUE MIS MANOS TE SOSTENGAN EN SU TRONO...METEOR PUNCHHH!!:-Y los dos puños del Giga se apartaron, elevándose al cielo para golpear con fuerza; destruyendo todo lo que sostenía esa sombra de Dios, y volviendo a golpear una y otra vez-:No alcanza eso, parece; entonces sienta mi fervor por tí...¡FIRE HEARTT!:-y de la parte roja del pecho, comenzó a salir una gran cantidad de calor; que lo quemaba al intento frustrado de Dios-:¡BASTA, POR FAVOR! Si te detienes ahora, resucitaré a tu amiga¿Te parece?:-lloraba Mitra; al mismo tiempo que los puños vovian a donde estaban y dejó de emitir ondas de calor.
Ahi, Fausto exclamó-:Me decepcionaste competamente, Mitra. No podes aceptar que no eres Dios...eres solo carne debil, y de la peor; creyendo superior por matar a seres indefensos...por quitarme a lo que más me importaba en mi maldita vida. Lo mejor para tí, es acabar con tu pútrida existencia¡Y LO MEJOR ES QUE NO PODRÁS ZAFAR, MALDITO; GUARDIAN BEAM!:-impactando sobre los ojos rojos de se puso de posición para el último golpe-:¡Esta va por todas aquellos a los que hiciste sufrir, por Ana y Ceres!¡GOLPE FINAL!¡VICTORY PUNCH!:- Y toda la energía se concertó en ese puño, estrellando sobre la cabeza de Mitra, provocando su muerte. Acto seguido, agarró el cuerpo sin vida de Mitra y lo partió en dos pedazos, lanzandolos con furia por el lugar.
Lo logré; te vengué, Ana...¡TE HE VENGADO, ESTE ES LO ÚNICO QUE PUDE OFRECERTE, ANA; ESPERO QUE YA PUEDAS DESCANSAR EN PAZ, AHHHHHHHAAAAJAJAJAJAJAJA!:gritó entre las lagrimas y la bronca,hasta que oyó una tos; era Ceres, aun seguía viva; había sobrevivido al impacto, aunque estaba agonizando. De pronto, ella señaló hacia arriba y dijo-:Ahora es tu guardián, protegelo...:-y feneció, volviéndose un rayo de luz. De pronto, vio que todo el lugar se comportaba de igual manera y que se dirigían hacia el este; haciendo que, de a poco, hiciese salir al sol. Y Fausto pudo escuchar las ultimas palabras de la mujer que amó
-:Muchas gracias. Nunca me olvidaré de ti, fuiste un buen amigo¡Adiós, espero verte allá!:-Ahí, Fausto se sonrió y se dijo-:Por fin, se acabó todo esto:-Entonces, agarró los controles y comenzó a correr en dirección contraria al sol
-:¡Ahora este mundo será mio!¡Corré, Guardian!¡Debemos acabar con todos los que nos atraviesen en nuestro camino!:- y se perdió en el horizonte, listo para lo que viniese; sin miedo a nada, y con el fervor de los grandes guerreros.

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En un lugar, lejos de la Tierra...
-¿Con que ya despertó?Ya era hora. Envian un contigente para allá; esa cosa debe ser nuestra
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Capitulo 1. FIN