Soul of Fire: Capítulo 2
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Soul of Fire: Capítulo 2
Bueno pongo el segundo capítulo de las aventuras de Rinsaku, al parecer creo que ha muchos os a gustado asi que como dicen muchos it´s espero que os guste y muchas gracias por aquellas personas que le dedican un tiempo a mi historia.
Rinsaku despertó derrepente estaba en un establo de madera cerrado, estaba tapado con una esterilla de paja, al lado estaba Yukiko y Hansel comiendo algo de carne y Renji estaba dormido aún atado a un poste de madera.
-¡Anda!, ya has despertado por fin – dijo Hansel animandose – un poco mas y vendemos tus pertenencias pensando que estabas muerto.
-No digas tonterías - dijo Yukiko dándole un coscorrón a Hansel – muchas gracias Rinsaku, en serio – Rinsaku hizo un esfuerzo por levantarse pero estaba agotado tenía el torso cubierto de vendas .
-No ha sido nada, ¿Y que tal está el ninja de poca monta ese? - Preguntó Rinsaku mirando a Renji que estaba dormido, Yukiko le echó un ligero vistazo a Renji.
-Pués desde que se desmayó aun no se a despertado lo hemos atado fuertemente para que no intente escapar – contestó.
-Lo entregaremos ha la V.S.A y que hagan con él lo que quieran, seguro que nos pagan una buena recompensa – dijo Rinsaku pensando, entonces comenzarón a escuchar varios golpes fuertes en la puerta de madera y la pared.
-¿¡Que es eso!? - preguntó exaltado Hansel levantándose alarmado.
-Tranquilo Hansel, solo es el viento – contestó Yukiko mientras se escuchaba la lluvia.
-¿Y entonces esos dos quienes son? - preguntó Hansel señalando a la ventana con rejas de madera, se podía ver a dos tipos con gafas negras mirando a dentro, Yukiko pegó un agudo chillido, esos dos salieron a correr como alma que lleva el diablo.
-Vas a despertar a todo el mundo – dijo Rinsaku mirando a la alarmada Yuki.
-Esto es un mundo de locos – dijo suspirando, Rinsaku se dio media vuelta tapándose todo lo posible con la esterilla.
-Deberíais dormir, mañana partiremos a la capital a entregar a Renji – dijo Rinsaku cerrando los ojos.
-Tiene razón yo también voy a dormir – Yukiko apagó la lámpara de aceite y se acostó.
Renji se despertó por la noche, podía escuchar el viento chocar contra la gruesa madera del establo y la lluvia chocar contra el tejado, estaba atado completamente sin movilidad alguna, miró el panorama, Hansel estaba dormiendo espatarrado metiéndole el pie en la boca a Rinsaku, este estaba roncando con el pie de Hansel en la boca y Yukiko en una esquina acurrucada, Renji suspiró.
-Mira que dejarme vencer por tan semejante inutil – dijo en voz baja suspirando, acto seguido no dudó en volver a cerrar los ojos para seguir dormiendo.
A la mañana siguiente, Rinsaku se despertó y se estirazó un poco, notó el crujir de los huesos, aún le dolía un poco el cuerpo, Yukiko y Hansel estaban dormiendo todavía.
-Buenos días – dijo Renji de forma serena, Rinsaku dio un salto de sorpresa y se echó la mano a la cintura para cojer la katana pero no la tenía.
-No intentes nada raro – dijo Rinsaku desconfiado, Renji comenzó a reirse.
-No podrás vigilarme todo el tiempo – contestó riendo.
-Mierda, debo de hacer unas compras y no puedo correr el riesgo de dejarte solo con estos dos – dijo Rinsaku pensativo -¡ya sé! - dijo. Rinsaku se ató la cuerda con la k estaba atado Renji a su cintura y salió a la calle con la camiseta suya puesta aunque estaba un poco destrozada, iba arrastrando a Renji por el suelo.
-¿¡No pensarás llevarme así!? - preguntó Renji mientras era arrastrado.
-Pués claro que si, no me separaré de ti ni un segundo- contestó Rinsaku caminando, la gente se les quedaba extrañada mirando, Rinsaku entró en una tienda de ropa, el vendedor se quedó pasmado al ver entrar a Rinsaku con Renji atado en el suelo.
-E..eh buenas – dijo confuso el vendedor.
-Quisiera una cazadora como esta – Rinsaku le lanzó la cazadora al hombre -bueno, una no, ¡quiero seis! - dijo Rinsaku decidido.
-Está bien señor ahora mismose las traigo – el hombre entró al pequeño almacén.
-¿Piensas tenerme así mucho tiempo? - preguntó Renji.
-Te tendré así hasta que te entreguemos a la V.S.A – contestó.
-Estás loco, querer entregarme a esos tipos – dijo Renji riendo, el dependiente volvió con una caja.
-Tome, son sesenta monedas – dijo el hombre, Rinsaku se metió la mano en el bolsillo y le dio un billete de cien.
-Quedese con el cambio – dijo Rinsaku marchándose con la caja encima del hombro izquierdo y con la mano derecha arrastrando a Renji.
-Muchas gracias – dijo el hombre aún confuso, Rinsaku regresó al establo y soltó la caja en el suelo haciendo bastante ruido, Hansel comenzó a refregarse los ojos.
-¿Hmm? ¿Que haces haciendo ruido tan temprano? - preguntó Hansel refregándose los ojos.
-¿Temprano? Es casi mediodía levantad ya – contestó Rinsaku.
-¿Hm?- Hansel miró a Renji -¿Que vienes de pasear al perro? - preguntó.
-¡Yo a ti te mato! - gritaba Renji intentando ir hacia Hansel pero Rinsaku le retenía agarrando fuertemente la cuerda, este ató a Renji de nuevo al poste.
-¿Que es todo este jaleo? - preguntó Yukiko despertándose.
-Deberíamos partir hacia la ciudad capital Akros, mientras mas antes lleguemos mejor – dijo Rinsaku colocándose otra cazadora nueva.
-¿Tardaremos mucho en llegar?- preguntó Hansel levantándose y arrascándose la cabeza.
-Unos pocos de días, está al cruzar Sierra Vendabal – contestó Rinsaku cogiendo la katana y atándosela al cinturón.
-Yo antes me gustaría hacer unas compras – dijo Yukiko estirazándose, Rinsaku suspiró.
-Esto pasa por levantarse tan tarde, ahora perdemos mas de medio día en el pueblo, bueno así me da tiempo de hablar con el hombre que nos llevará – dijo Rinsaku saliendo por la puerta -Por cierto, Hansel quedate con Renji vigilando te lo dejo a tu cargo.
-¡Eso está hecho! - gritó Hansel animándose por la "misión" que le habían encomendado.
-¿Que me vais a dejar al cabezón este a cargo de mí que necesita una niñera para que lo cuide a él antes? - dijo Renji en tono burlón, Rinsaku soltó una sonrisa de medio lado y se fue.
-Bueno Hansel cuida de Renji – dijo Yukiko marchándose también y cerrando la puerta del establo, Hansel se dio media vuelta mirando a Renji.
-Oye,si me desatas te daré una piruleta – dijo Renji persuadiendo a Hansel.
-¿Una piruleta? ¡Bah, soy ya bastante mayor para caer en esas tretas! - dijo Hansel señalando a Renji muy exclamativo.
-Es de freesaaaa – dijo Renji en tono insinuante.
-¿¡Fresa!? - preguntó exaltado Hansel.
Rinsaku fue a ver al mercader del pueblo que iba bastante a la capital Akros, los dos se conocían de haberse visto en otros pueblos y aveces el mercader le había acercado a su destino.
-¡Hombre Rinsaku! ¿Otra vez de viaje? Nunca se cansa, que juventud la vuestra – dijo el
orondo mercader con una boina, un jeresey de lana y una mochila bastante grande en su espalda.
-La verdad es que me gustaría pedirle un favor – contestó Rinsaku apoyando el brazo en el hombro del mercader, este se llevo la mano a la barbilla arrascandose la barba de tres días.
-¿A donde quieres que te acerque esta vez?- preguntó riendo, Rinsaku comenzó a reirse también.
-Púes me gustaría que me acercara todo lo posible a Akros, tengo que entregar a un preso llamado Renji – contestó.
-¿¡Renji!? ¿¡Renji Ryuga!?- pregunó exaltado, Rinsaku se quedó un poco pensativo.
-Si, ¿por qué? ¿ocurre algo?
-El famoso Ninja asesino, sin duda eres increible, Rinsaku, bueno te espero dentro de un rato a la entrada del pueblo, no tardes – dijo el mercader cargando algunas cajas en el carroaje.
Rinsaku iba por la plaza cuando vio a Yukiko bastante nerviosa.
-¿Que te ocurre Yukiko? - preguntó Rinsaku, esta se exaltó un poco al ver a Rinsaku.
-¡Ni Hansel ni Renji están en el establo! - dijo Yukiko muy nerviosa.
-¿¡Como que no!? - Rinsaku fue corriendo al establo y abrió la puerta, efectivamente no había nadie -Yukiko, quédate aquí por si vuelven, yo iré a buscarlos – Yukiko asintió, Rinsaku cogió su katana y se fue corriendo por el pueblo a buscar a Renji la gente se quedaba mirando a este, mientras corría por las calles.
-¡Rinsaku!- escuchó derrepente este la voz de Hansel, se giró velozmente y vio en lo alto de una casa a Renji agarrando a Hansel por el cuello el cual pataleaba.
-¡Dije que te estubieras callado! - Renji le dió con el mango de una katana en la cabeza a Hansel el cual se quedó con un chichón.
-¡Me prometiste la piruleta de fresa! - gritaba Hansel, entonces Renji salió a correr como alma que lleva el diablo por el tejado de las casa con Hansel encima, Rinsaku dio salto montandose en el tejado de una y comenzó a perseguirle, Renji saltó a un andamio de madera tirando al pintor hacia abajo, Rinsaku le seguía de muy de cerca, Renji al cruzar un pequeño puente que había entre dos casas conjuntas dio un ligero corte a las cuerdas dejándolas muy inestables, lo cual hizo que al cruzar Rinsaku que iba muy rápido se desprendiera cayéndose Rinsaku junto al puente.
-¡Mierda, lo voy a perder! - dijo Rinsaku cabreado, varias personas se quedaron mirándole, un hombre con bigote y bastante fuerte con una camiseta de tirantas de color verde oliva se asomó por una ventana.
-¡He, Cabrón, ¿quién me va a arreglar el puente ahora!?- decía cabreado.
-Lo siento señor – Rinsaku volvió a dar un salto hacia el tejado y volvió a la persecución, pudo visionar como Renji con una gran agilidad dio un salto desde un tejado y se coló en la ventana de una casa rompiendo el cristal de dicha ventana, se pudo escuchar a una mujer dar un agudo chillido, Rinsaku jadeando siguió sus pasos y entró muy justo por la ventana pero se topó con que la puerta de la habitación estaba cerrada y la mujer impedía el paso.
-¡De aquí no os vais sin pagarme los desperfectos, chorizos! - gritó la mujer pegándole con una zapatilla en la espalda a Rinsaku.
-Señora, para – decía pero esta seguía dándole -Se- seguía siendo interrumpido -¡Señora ¿quiere usted parar de una vez!? - dijo Rinsaku gritando, la mujer se quedó pasmada sin decir nada delante de él, Rinsaku aprovechó el instante y dándole una patada a la puerta la cual abrió, continuó corriendo, se podía ver el camino que había tomado Renji por los desperfectos que iba dejando, Rinsaku saltó por otra ventana cayendo a un pequeño callejón, corrió un poco hasta la salida del callejón el cual le volvió a dar a la plaza con la gran fuente en medio.
-¡Rinsaku!- escuchó este la voz de Renji que provenía de detrás suya, Rinsaku se giró rápidamente y allí estaba de nuevo Renji con Hansel cogido del cuello bastante mareado y Renji con la katana apuntando el filo al gaznate de Hansel.
-¡Rinsaku, o dejas de perseguirme o este crío pagará las consecuencias! - gritó Renji amenazándole.
-¡No seas cobarde Renji lucha de nuevo como un hombre! - contestó a voces Rinsaku, la gente hizo un medio círculo observando lo que estaba sucediendo, se oían murmullos desde atrás la gente comentando lo que sucedía.
-¡Déjame maldito violador!- gritaba Hansel dando pataleándo en el aire.
-Fíjate un violador en nuestro pueblo y nosotros sin saberlo. Pobre niño lo que tendrá que estar sufriendo. Sin duda hay personas para todo – se escuchaba a la gente comentar cosas.
-¡Que no soy ningún violador! - gritó Renji enfadado, Yukiko abrió paso entre la multitud posicionándose al lado de Rinsaku.
-¡Vamos, deja al crío y baja como un hombre! - gritó Rinsaku de nuevo.
-¡Tú lo has querido! - gritó Renji, este hizo un gesto con la katana para atravesar a Hansel.
-¡Ayudadme!- gritaba Hansel mientras pataleaba, entonces Hansel pataleando acertó sin querer en la entrepierna a Renji dándole un fuerte golpe, este se quedó sin respiración soltó rápidamente al niño y la katana y del dolor se dejó caer hacia abajo encima de un montón de cajas de frutas las cuales amortiguaron el golpe.
-Ahí, ahí, menudo violador, ha tenido lo que se merece. Y que lo digas haber si lo encierran pronto – iba comentando la gente mientras se deshacía el círculo.
-N...no soy ningún violador... - dijo Renji apenas sin fuerzas echado encima de las cajas.
Cuando Renji recuperaba el conocimiento, notaba como el suelo se movía y una vez mas estaba atado, estaba en un carroaje al lado de él estaba Rinsaku sentado encima de una caja, Yukiko que estaba sentada al lado de Rinsaku y Hansel que estaba en el borde del carroaje con los piés colgando.
-Al final has decidido llevarme a la V.S.A ¿no es así?- preguntó Renji mirando seriamente a Rinsaku, este echó una mirada a Renji.
-Al fin has despertado – dijo Rinsaku poniendo la atención en Renji.
-¡Andaa, si el violador ha despertado!- dijo Hansel en tono burlón mirando a Renji, este echó una mirada asesina y volvió a centrarse en Rinsaku.
-Así es, un Asesino como tú debe pagar por sus fechorías- contestó Rinsaku.
-¡La V.S.A no es de fíar! - Dijo Renji alterado.
-Rinsaku, ¿la V.S.A que es exactamente? - Preguntó Yukiko confusa.
-La V.S.A es el gobierno de este continente, es la ley y la justicia su principal sede se encuentra en Akros, la mayor capital del gobierno – contestó Rinsaku.
-¿Y nosotros nos dirijimos allí no es cierto?- preguntó Hansel.
-Exacto, cuando crucemos Sierra Vendabal estaremos allí- contestó, entonces el carroaje frenó en seco haciendo que Hansel callera al suelo, Yukiko fue corriendo a ver a Hansel.
-¿¡Estás bien!?- preguntó, Hansel se levantó quitándose el polvo de los pantalones y asintió.
-¿Que ha ocurrido?- preguntó Rinsaku levantándose dirigiendose al comerciante.
-Hay dos personas ahí enfrente que no tienen pinta de querer quitarse- dijo el orondo comerciante señalando enfrente a dos tipos con trajes de chaqueta y unas gafas de sol ambos llevaban una espada y tenian el pelo muy corto, Rinsaku dio un habil salto enfrente de ellos y suspiró.
-¿Otra vez vosotros?- preguntó con la mano en la empuñadura de la envainada katana, los dos hombres dieron un paso enfrente uno de ellos tenía la espada desenvainada y echada encima del hombro agarrada con la mano izquierda.
-Nuestra misión es capturarte y eso es lo que haremos- dijo uno de ellos con paso firme.
-Nunca mejor dicho número ocho- contestó el otro desenvainando la espada, Rinsaku dio un suspiro, Yukiko y Hansel se acercaron al lado de Rinsaku.
-¿Quienes son, Rinsaku?- preguntó Yukiko asustada.
-Tranquila, me llevan persiguiendo desde hace unos meses por unos hechos pasados que no cometí, no se cansarán de que les apalice- dijo Rinsaku desenvainando la katana.
-¡Eso se acabará!- gritó uno de ellos dirigiendose hacia Rinsaku, el otro siguió a su compañero con la espada en la mano pero cuando el primero le iba a atacar se tropezó cayendo al suelo y haciendo caer a su compañero también, a uno de ellos se le podía ver en la espalda un gran siete blanco y al otro un gran ocho blanco.
-¿En serio son luchadores?- Preguntó Hansel mirando perplejo la extraña actuación de estos guerreros o mas bien payasos.
-Bueno guerreros... guerreros... no se les puede llamar – dijo Rinsaku riendose, el del número Siete de levantó enfadado.
-¡Nadie se burla de nosotros!- dijo enfurecido intentando asestarle un corte a Rinsaku, este lo esquivó fácilmente echándose hacia el lado izquierdo y dándole una patada en el costado lo lanzó por un barranco de varios metros mientras se le podía escuchar gritar, el número ocho miró la escena y miró hacia abajo por el barranco.
-¡Que sepas que volveremos, Rincaku!- dijo enfurecido número ocho.
-¡Es Rinsaku, idiota!- gritó Rinsaku mientras le lanzaba una bola de fuego que impactaba en el agente tirándolo por el barranco como a su compañero.
-Menudo... espectáculo...- dijo Hansel impresionado, Rinsaku guardó su katana.
-Vámonos anda, ha sido una pérdida de tiempo – dijo montándose en el carroaje, Hansel y Yukiko se montaron con él y el comerciante puso de nuevo en marcha el carroaje.
-¿Sabes quienes eran esos? - Preguntó Renji.
-No lo sé, se que me buscan por una cosa que no hice- contestó Rinsaku.
-Son la V.S.A en concreto son el agente número siete y ocho – Contestó Renji.
-¿¡La V.S.A!?- preguntaron los tres sorprendidos.
-Así es, la V.S.A está formada por muchas unidades pero entre ellas hay ocho personas especializadas, son los ocho agentes de las sombras, se dedican a hacer trabajos sucios o buscar personas muy peligrosas, se anumeran así hasta llegar al número uno que se dice que es el hombre mas fuerte de todo el continente, habrás hecho algo muy malo para que te estén buscando – Rinsaku se quedó callado en ese momento.
-¿Esos son los mejores miembros de la V.S.A? Pero si son unos payasos – dijo Hansel cachondeándose.
-No les subestimes, has conocido al número siete y ocho pero mientras mas bajo sea el número mas fuertes serán.
-¡No importa, Rinsaku podrá con todos ellos! ¿A que si, Rinsaku?- preguntó Hansel convencido, Rinsaku estaba callado sin decir nada, Yukiko le puso la mano en el hombro.
-Rinsaku...- dijo preocupada.
-Señor... hay malas noticias, el sujeto Rincaku ha escapado- decía número ocho mientras hablaba con miedo por el movil.
-¿¡Otra vez!? ¡Se acabó volved al cuartel general de inmediato enviaremos ha otros agentes!- decía una voz furiosa através del movil.
-Está bien señor- dijo número ocho colgando el movil.
-Te tocaba llevarte la bronca esta vez a tí- dijo número siete caminando hacia adelante.
Se había hecho de noche y todo estaba oscuro, el comerciante y los demás pararón para descansar, Hansel el probre que estaba agotado estaba en el carroaje con una manta echada encima dormiendo, hacía bastante aire y mucho frío, Rinsaku encendió una pequeña hoguera cerca del carroaje donde estaban todos sentados, menos Renji el cual seguía atado en el carroaje que también estaba dormido ya que no podía hacer otra cosa, Rinsaku estaba hundido en sus pensamientos solo se le venían los recuerdos de lo sucedido años atrás con su tío.
-Rinsaku, ¿estás bien?- preguntó Yukiko mirando preocupada a este.
-Come un poco chico, deberás tener hambre- dijo el orondo comerciante comiendo un trozo de pan, Rinsaku volvió en sí, dejando sus pensamientos a un lado.
-No... gracias... creo que me voy a dormir- Dijo Rinsaku levantándose y subiendose al carroaje, Yukiko suspiró, Rinsaku se echó al lado de unas cajas y cerró los ojos.
-Bueno creo que yo también dormiré- dijo el Comerciante cogiendo una manta y acostándose en el suelo al lado de la candela, Yukiko se quedó mirando la hoguera un buen rato sin decir nada.
Al día siguiente continuaron la marcha, Yukiko estaba dormida en el carroaje a causa de que había dormido poco, Hansel estaba distraido con el paisaje por el bosque que estaban pasando.
-¿Todavía piensas llevarme ante ellos?- preguntó Renji, Rinsaku se quedó callado sin saber que responder -Si vas nos apresarán a los dos, y creo que no es lo que quieres precisamente- dijo riendo.
-¡Hablaré con el que lleva las riendas de la V.S.A, todo es un mal entendido! - dijo Rinsaku eufórico.
-¿De verdad piensas que te harán caso? Pobre ingenuo – dijo Renji sin dejar de mostrar una sonrisa de medio lado un tanto malvada, el carroaje iba a cruzar un gran puente de madera colgante que conectaba con el otro lado del bosque un desfiladero separaba el bosque y abajo un gran río.
-¡Mira que vistas Hansel!- Decía Yukiko mientras miraba el paisaje, Hansel se acercó a ella mirando el paisaje también, a Rinsaku le vino a su cabeza como una premonición y dándole una patada a Renji lo tiró al suelo fuera del carroaje y rápidamente agarró a Yukiko y a Hansel saltando afuera del carroaje el cual pasaba por el puente, en el mismo instante que Rinsaku saltaba el puente explotó creando una gran humarea y destrozos por todos lados, algunas llamas estaban sobre los árboles y no había rastro del comerciante.
-¿¡Que ha sido eso!?- Preguntó alterada Yukiko, de entre los árboles salieron dos tipos con trajes uniformados y gafas de sol eran prácticamente iguales que los otros dos, pero uno el cual llevaba el número séis en la espalda, llevaba dos pistolas y tenía el pelo largo, liso y moreno, el número cinco era calvo y llevaba unos guantes negros, aparentemente no se le veía ningún arma pero se podían ver sus granes y fuertes músculos.
-No solamente eres diestro con la espada, parece que eres muy hábil, en mas cosas- dijo riendo número cinco mientras se crujía los nudillos.
-Al parecer han cambiado de payasos- dijo Rinsaku desenvainado la katana sereno, Renji esbozó una sonrisa de medio lado mientras observaba el espectáculo atado sin poder hacer nada.
-Veamos de que estás hecho- dijo número séis mientras comenzaba a vaciar los cargadores de sus pistolas, Rinsaku con gran velocidad fue esquivando las balas mientras se dirigía hacia él, pero nada mas vaciar los cargadores y Rinsaku intentar asestarle un corte con la katana número cinco aprovechó para darle un puñetazo en la cara, fue tan fuerte el puñetazo que lo lanzó varios metros.
-¡Rinsaku!- gritó Yukiko corriendo hacia él.
-¡No, quédate allí!- gritó Rinsaku, número cinco dio un puñetazo al suelo haciendo una pequeña grieta que hizo que Yukiko se callerá al suelo, Rinsaku se levantó.
-No voy a necesitar esto para ganaros- dijo lanzando la katana al lado de Hansel, y nada mas hacerlo fue directo a por sus contrincantes, número séis que había recargado la munición volvió a vaciar el cargador en él, este volvió a ir velozmente esquivándolas y dando un gran salto le dio una patada en la cara al número séis tirándolo al suelo.
-Prueba conmigo ahora, niñato- dijo número cinco preparándose sériamente, Rinsaku fue directo hacia él dando un grito, pero cuando intentó darle el puñetazo este se lo paró, agarrándole fuerte la mano haciendo que Rinsaku se arrodillase.
-Eres un enclenque- dijo número cinco riendo mientras apretaba mas apunto de romperle la mano, entonces sintió como le dieron un golpe en la cabeza, Hansel desde una rama le lanzó una piedra a este.
-¡Toma le he dado, el gran Hansel ha tenido que salvar a Rinsaku!- dijo Hansel mientras reía y saltaba sobre la rama la cual se acabó rompiendo haciendo que Hansel callera de culo al suelo.
-Estúpido crío, ahora verás- dijo caminando hacia este enfurecido, Rinsaku se levantó para frenarle pero entonces se oyó un disparo, este había resonado en el bosque mas que todos los otros, Yukiko pudo contemplar como Rinsaku se caía desplomado en el suelo.
-¡Rinsaku!- gritó Yukiko histérica y con lágrimas en los ojos, número séis se acercó a el cuerpo de Rinsaku.
-Objetivo eliminado- dijo confirmándolo.
-¡Maldito suéltame!- decía Hansel mientras era agarrado por el fortachón.
-¡Yukiko, desátame corre!- gritó Renji eufórico, esta no sabía que hacer, al ver como Rinsaku había caido desplomado y que una persona de quién no se podía fíar le estaba pidiendo que le desatara -¡Corre, estúpida o nos matarán!- gritó Renji, esta fue corriendo hacia Renji.
-No dejaré que le liberes- dijo número séis disparando a Yukiko, esta dio un salto y rodó por el suelo hasta llegar a Renji donde le liberó.
-¡Al fin!- dijo Renji alividado, Yukiko se asustó pensando que le había engañado, Renji fue velozmente a por la katana de Rinsaku, era tan rápido que ni se le veía, número séis le disparaba pero era en vano.
-¡No, no, no!- Gritaba este mientras disparaba al frente, lo último que vio fue a Renji que saltó sobre él y le clavó la katana en el pecho atravesándole, este escupió sangre por la boca y acabó muerto en el suelo creando un charco de sangre, Hansel se había desmayado después de tantos golpes que le dio número cinco.
-Eres bastante bueno, has acabado con número séis en un momento, es digno de admiración, aunque.. ¿Podrás conmigo?- dijo arrogante número cinco.
-¡Déjate de historias!- gritó Renji mientras lanzaba la katana de Rinsaku a toda velocidad la cual impactó en el pecho de número cinco dejándole clavado en el árbol.
-Es... es... increible..- dijo aterrorizado número siete escondido entre los árboles mientas observaba el panorama, cogió rápidamente el movil y marcó un número -Je..jefe tengo malas noticias... número cinco y número séis han sido eliminados- decía asustado número siete mientras le contaba los hechos.
-¡Esto se va a terminar ya, no habrá otra oportunidad para ellos, serán eliminados, vigílalos!- decía una voz eufórica através del movil.
-S..sí señor- dijo confirmando número siete y apagando el movil, entonces vio frente sí como apareció Renji como si fuera un fantasma.
-Adiós- dijo con una mirada de asesino mientras le atravesaba con la katana.
En un gran despacho decorado con armas colgando en la pared y un escritorio con un ordenador en medio estaba sentado un gran y gigantesco tipo musculoso, llevaba el torso desnudo en las muñecas tenía unos brazaletes de oro, llevaba un pantalón militar y unas botas, era calvo y tenía un gran bigote. Este se levantó y se dirigió afuera continuó por un pasillo largo y oscuro con celdas en los lados, había encerrados muchos tipos con malas pintas, al final del todo había una escalera que subía hacia arriba y otra al lado que bajaba. Este subió arriba y había una puerta metalica y dos guardias custodiándola los cuales se pusieron firmes al ver a este hombre.
-Abrid la puerta- dijo el hombre serio.
-Ahora mismo, coronel Vargas- dijo uno de ellos abriendo la puerta, Vargas entró adentró , era una habitación oscura y chica al fondo de la pared habia una persona atada con cadenas a la pared, tenía el pelo un poco largo y blanco, era una persona albina,con ojeras, llevaba una chaqueta de cuero y unos guantes rojos, el torso lo tenía desnudo dejando ver unos abdominales, los pantalones eran de cuero ajustados con hebillas en las piernas hasta llegar a las botas rojas.
-Kadash, es hora de tu regreso al mundo- dijo Vargas mirando serio. Kadash alzó la cabeza y con su cansada vista ojerosa miró a Vargas.
-¿Me has tenido diez años encerrados en esta prisión y me quieres liberar ahora?-preguntó desafiante Kadash.
-Hay un sujeto, el cual se ha vuelto muy peligroso y debe de ser eliminado, varios de los agentes mas fuertes han caido ante él, necesitamos tu ayuda.
-¿Que te hace pensar que ayudaré al gobierno?.
-Me hace pensar que nos ayudarás, porque si le derrotas tendrás la libertad absoluta.
-¿Y si no me quedaré en esta celda hasta el resto de mis días no es cierto?
-Así es.
Rinsaku despertó derrepente estaba en un establo de madera cerrado, estaba tapado con una esterilla de paja, al lado estaba Yukiko y Hansel comiendo algo de carne y Renji estaba dormido aún atado a un poste de madera.
-¡Anda!, ya has despertado por fin – dijo Hansel animandose – un poco mas y vendemos tus pertenencias pensando que estabas muerto.
-No digas tonterías - dijo Yukiko dándole un coscorrón a Hansel – muchas gracias Rinsaku, en serio – Rinsaku hizo un esfuerzo por levantarse pero estaba agotado tenía el torso cubierto de vendas .
-No ha sido nada, ¿Y que tal está el ninja de poca monta ese? - Preguntó Rinsaku mirando a Renji que estaba dormido, Yukiko le echó un ligero vistazo a Renji.
-Pués desde que se desmayó aun no se a despertado lo hemos atado fuertemente para que no intente escapar – contestó.
-Lo entregaremos ha la V.S.A y que hagan con él lo que quieran, seguro que nos pagan una buena recompensa – dijo Rinsaku pensando, entonces comenzarón a escuchar varios golpes fuertes en la puerta de madera y la pared.
-¿¡Que es eso!? - preguntó exaltado Hansel levantándose alarmado.
-Tranquilo Hansel, solo es el viento – contestó Yukiko mientras se escuchaba la lluvia.
-¿Y entonces esos dos quienes son? - preguntó Hansel señalando a la ventana con rejas de madera, se podía ver a dos tipos con gafas negras mirando a dentro, Yukiko pegó un agudo chillido, esos dos salieron a correr como alma que lleva el diablo.
-Vas a despertar a todo el mundo – dijo Rinsaku mirando a la alarmada Yuki.
-Esto es un mundo de locos – dijo suspirando, Rinsaku se dio media vuelta tapándose todo lo posible con la esterilla.
-Deberíais dormir, mañana partiremos a la capital a entregar a Renji – dijo Rinsaku cerrando los ojos.
-Tiene razón yo también voy a dormir – Yukiko apagó la lámpara de aceite y se acostó.
Renji se despertó por la noche, podía escuchar el viento chocar contra la gruesa madera del establo y la lluvia chocar contra el tejado, estaba atado completamente sin movilidad alguna, miró el panorama, Hansel estaba dormiendo espatarrado metiéndole el pie en la boca a Rinsaku, este estaba roncando con el pie de Hansel en la boca y Yukiko en una esquina acurrucada, Renji suspiró.
-Mira que dejarme vencer por tan semejante inutil – dijo en voz baja suspirando, acto seguido no dudó en volver a cerrar los ojos para seguir dormiendo.
A la mañana siguiente, Rinsaku se despertó y se estirazó un poco, notó el crujir de los huesos, aún le dolía un poco el cuerpo, Yukiko y Hansel estaban dormiendo todavía.
-Buenos días – dijo Renji de forma serena, Rinsaku dio un salto de sorpresa y se echó la mano a la cintura para cojer la katana pero no la tenía.
-No intentes nada raro – dijo Rinsaku desconfiado, Renji comenzó a reirse.
-No podrás vigilarme todo el tiempo – contestó riendo.
-Mierda, debo de hacer unas compras y no puedo correr el riesgo de dejarte solo con estos dos – dijo Rinsaku pensativo -¡ya sé! - dijo. Rinsaku se ató la cuerda con la k estaba atado Renji a su cintura y salió a la calle con la camiseta suya puesta aunque estaba un poco destrozada, iba arrastrando a Renji por el suelo.
-¿¡No pensarás llevarme así!? - preguntó Renji mientras era arrastrado.
-Pués claro que si, no me separaré de ti ni un segundo- contestó Rinsaku caminando, la gente se les quedaba extrañada mirando, Rinsaku entró en una tienda de ropa, el vendedor se quedó pasmado al ver entrar a Rinsaku con Renji atado en el suelo.
-E..eh buenas – dijo confuso el vendedor.
-Quisiera una cazadora como esta – Rinsaku le lanzó la cazadora al hombre -bueno, una no, ¡quiero seis! - dijo Rinsaku decidido.
-Está bien señor ahora mismose las traigo – el hombre entró al pequeño almacén.
-¿Piensas tenerme así mucho tiempo? - preguntó Renji.
-Te tendré así hasta que te entreguemos a la V.S.A – contestó.
-Estás loco, querer entregarme a esos tipos – dijo Renji riendo, el dependiente volvió con una caja.
-Tome, son sesenta monedas – dijo el hombre, Rinsaku se metió la mano en el bolsillo y le dio un billete de cien.
-Quedese con el cambio – dijo Rinsaku marchándose con la caja encima del hombro izquierdo y con la mano derecha arrastrando a Renji.
-Muchas gracias – dijo el hombre aún confuso, Rinsaku regresó al establo y soltó la caja en el suelo haciendo bastante ruido, Hansel comenzó a refregarse los ojos.
-¿Hmm? ¿Que haces haciendo ruido tan temprano? - preguntó Hansel refregándose los ojos.
-¿Temprano? Es casi mediodía levantad ya – contestó Rinsaku.
-¿Hm?- Hansel miró a Renji -¿Que vienes de pasear al perro? - preguntó.
-¡Yo a ti te mato! - gritaba Renji intentando ir hacia Hansel pero Rinsaku le retenía agarrando fuertemente la cuerda, este ató a Renji de nuevo al poste.
-¿Que es todo este jaleo? - preguntó Yukiko despertándose.
-Deberíamos partir hacia la ciudad capital Akros, mientras mas antes lleguemos mejor – dijo Rinsaku colocándose otra cazadora nueva.
-¿Tardaremos mucho en llegar?- preguntó Hansel levantándose y arrascándose la cabeza.
-Unos pocos de días, está al cruzar Sierra Vendabal – contestó Rinsaku cogiendo la katana y atándosela al cinturón.
-Yo antes me gustaría hacer unas compras – dijo Yukiko estirazándose, Rinsaku suspiró.
-Esto pasa por levantarse tan tarde, ahora perdemos mas de medio día en el pueblo, bueno así me da tiempo de hablar con el hombre que nos llevará – dijo Rinsaku saliendo por la puerta -Por cierto, Hansel quedate con Renji vigilando te lo dejo a tu cargo.
-¡Eso está hecho! - gritó Hansel animándose por la "misión" que le habían encomendado.
-¿Que me vais a dejar al cabezón este a cargo de mí que necesita una niñera para que lo cuide a él antes? - dijo Renji en tono burlón, Rinsaku soltó una sonrisa de medio lado y se fue.
-Bueno Hansel cuida de Renji – dijo Yukiko marchándose también y cerrando la puerta del establo, Hansel se dio media vuelta mirando a Renji.
-Oye,si me desatas te daré una piruleta – dijo Renji persuadiendo a Hansel.
-¿Una piruleta? ¡Bah, soy ya bastante mayor para caer en esas tretas! - dijo Hansel señalando a Renji muy exclamativo.
-Es de freesaaaa – dijo Renji en tono insinuante.
-¿¡Fresa!? - preguntó exaltado Hansel.
Rinsaku fue a ver al mercader del pueblo que iba bastante a la capital Akros, los dos se conocían de haberse visto en otros pueblos y aveces el mercader le había acercado a su destino.
-¡Hombre Rinsaku! ¿Otra vez de viaje? Nunca se cansa, que juventud la vuestra – dijo el
orondo mercader con una boina, un jeresey de lana y una mochila bastante grande en su espalda.
-La verdad es que me gustaría pedirle un favor – contestó Rinsaku apoyando el brazo en el hombro del mercader, este se llevo la mano a la barbilla arrascandose la barba de tres días.
-¿A donde quieres que te acerque esta vez?- preguntó riendo, Rinsaku comenzó a reirse también.
-Púes me gustaría que me acercara todo lo posible a Akros, tengo que entregar a un preso llamado Renji – contestó.
-¿¡Renji!? ¿¡Renji Ryuga!?- pregunó exaltado, Rinsaku se quedó un poco pensativo.
-Si, ¿por qué? ¿ocurre algo?
-El famoso Ninja asesino, sin duda eres increible, Rinsaku, bueno te espero dentro de un rato a la entrada del pueblo, no tardes – dijo el mercader cargando algunas cajas en el carroaje.
Rinsaku iba por la plaza cuando vio a Yukiko bastante nerviosa.
-¿Que te ocurre Yukiko? - preguntó Rinsaku, esta se exaltó un poco al ver a Rinsaku.
-¡Ni Hansel ni Renji están en el establo! - dijo Yukiko muy nerviosa.
-¿¡Como que no!? - Rinsaku fue corriendo al establo y abrió la puerta, efectivamente no había nadie -Yukiko, quédate aquí por si vuelven, yo iré a buscarlos – Yukiko asintió, Rinsaku cogió su katana y se fue corriendo por el pueblo a buscar a Renji la gente se quedaba mirando a este, mientras corría por las calles.
-¡Rinsaku!- escuchó derrepente este la voz de Hansel, se giró velozmente y vio en lo alto de una casa a Renji agarrando a Hansel por el cuello el cual pataleaba.
-¡Dije que te estubieras callado! - Renji le dió con el mango de una katana en la cabeza a Hansel el cual se quedó con un chichón.
-¡Me prometiste la piruleta de fresa! - gritaba Hansel, entonces Renji salió a correr como alma que lleva el diablo por el tejado de las casa con Hansel encima, Rinsaku dio salto montandose en el tejado de una y comenzó a perseguirle, Renji saltó a un andamio de madera tirando al pintor hacia abajo, Rinsaku le seguía de muy de cerca, Renji al cruzar un pequeño puente que había entre dos casas conjuntas dio un ligero corte a las cuerdas dejándolas muy inestables, lo cual hizo que al cruzar Rinsaku que iba muy rápido se desprendiera cayéndose Rinsaku junto al puente.
-¡Mierda, lo voy a perder! - dijo Rinsaku cabreado, varias personas se quedaron mirándole, un hombre con bigote y bastante fuerte con una camiseta de tirantas de color verde oliva se asomó por una ventana.
-¡He, Cabrón, ¿quién me va a arreglar el puente ahora!?- decía cabreado.
-Lo siento señor – Rinsaku volvió a dar un salto hacia el tejado y volvió a la persecución, pudo visionar como Renji con una gran agilidad dio un salto desde un tejado y se coló en la ventana de una casa rompiendo el cristal de dicha ventana, se pudo escuchar a una mujer dar un agudo chillido, Rinsaku jadeando siguió sus pasos y entró muy justo por la ventana pero se topó con que la puerta de la habitación estaba cerrada y la mujer impedía el paso.
-¡De aquí no os vais sin pagarme los desperfectos, chorizos! - gritó la mujer pegándole con una zapatilla en la espalda a Rinsaku.
-Señora, para – decía pero esta seguía dándole -Se- seguía siendo interrumpido -¡Señora ¿quiere usted parar de una vez!? - dijo Rinsaku gritando, la mujer se quedó pasmada sin decir nada delante de él, Rinsaku aprovechó el instante y dándole una patada a la puerta la cual abrió, continuó corriendo, se podía ver el camino que había tomado Renji por los desperfectos que iba dejando, Rinsaku saltó por otra ventana cayendo a un pequeño callejón, corrió un poco hasta la salida del callejón el cual le volvió a dar a la plaza con la gran fuente en medio.
-¡Rinsaku!- escuchó este la voz de Renji que provenía de detrás suya, Rinsaku se giró rápidamente y allí estaba de nuevo Renji con Hansel cogido del cuello bastante mareado y Renji con la katana apuntando el filo al gaznate de Hansel.
-¡Rinsaku, o dejas de perseguirme o este crío pagará las consecuencias! - gritó Renji amenazándole.
-¡No seas cobarde Renji lucha de nuevo como un hombre! - contestó a voces Rinsaku, la gente hizo un medio círculo observando lo que estaba sucediendo, se oían murmullos desde atrás la gente comentando lo que sucedía.
-¡Déjame maldito violador!- gritaba Hansel dando pataleándo en el aire.
-Fíjate un violador en nuestro pueblo y nosotros sin saberlo. Pobre niño lo que tendrá que estar sufriendo. Sin duda hay personas para todo – se escuchaba a la gente comentar cosas.
-¡Que no soy ningún violador! - gritó Renji enfadado, Yukiko abrió paso entre la multitud posicionándose al lado de Rinsaku.
-¡Vamos, deja al crío y baja como un hombre! - gritó Rinsaku de nuevo.
-¡Tú lo has querido! - gritó Renji, este hizo un gesto con la katana para atravesar a Hansel.
-¡Ayudadme!- gritaba Hansel mientras pataleaba, entonces Hansel pataleando acertó sin querer en la entrepierna a Renji dándole un fuerte golpe, este se quedó sin respiración soltó rápidamente al niño y la katana y del dolor se dejó caer hacia abajo encima de un montón de cajas de frutas las cuales amortiguaron el golpe.
-Ahí, ahí, menudo violador, ha tenido lo que se merece. Y que lo digas haber si lo encierran pronto – iba comentando la gente mientras se deshacía el círculo.
-N...no soy ningún violador... - dijo Renji apenas sin fuerzas echado encima de las cajas.
Cuando Renji recuperaba el conocimiento, notaba como el suelo se movía y una vez mas estaba atado, estaba en un carroaje al lado de él estaba Rinsaku sentado encima de una caja, Yukiko que estaba sentada al lado de Rinsaku y Hansel que estaba en el borde del carroaje con los piés colgando.
-Al final has decidido llevarme a la V.S.A ¿no es así?- preguntó Renji mirando seriamente a Rinsaku, este echó una mirada a Renji.
-Al fin has despertado – dijo Rinsaku poniendo la atención en Renji.
-¡Andaa, si el violador ha despertado!- dijo Hansel en tono burlón mirando a Renji, este echó una mirada asesina y volvió a centrarse en Rinsaku.
-Así es, un Asesino como tú debe pagar por sus fechorías- contestó Rinsaku.
-¡La V.S.A no es de fíar! - Dijo Renji alterado.
-Rinsaku, ¿la V.S.A que es exactamente? - Preguntó Yukiko confusa.
-La V.S.A es el gobierno de este continente, es la ley y la justicia su principal sede se encuentra en Akros, la mayor capital del gobierno – contestó Rinsaku.
-¿Y nosotros nos dirijimos allí no es cierto?- preguntó Hansel.
-Exacto, cuando crucemos Sierra Vendabal estaremos allí- contestó, entonces el carroaje frenó en seco haciendo que Hansel callera al suelo, Yukiko fue corriendo a ver a Hansel.
-¿¡Estás bien!?- preguntó, Hansel se levantó quitándose el polvo de los pantalones y asintió.
-¿Que ha ocurrido?- preguntó Rinsaku levantándose dirigiendose al comerciante.
-Hay dos personas ahí enfrente que no tienen pinta de querer quitarse- dijo el orondo comerciante señalando enfrente a dos tipos con trajes de chaqueta y unas gafas de sol ambos llevaban una espada y tenian el pelo muy corto, Rinsaku dio un habil salto enfrente de ellos y suspiró.
-¿Otra vez vosotros?- preguntó con la mano en la empuñadura de la envainada katana, los dos hombres dieron un paso enfrente uno de ellos tenía la espada desenvainada y echada encima del hombro agarrada con la mano izquierda.
-Nuestra misión es capturarte y eso es lo que haremos- dijo uno de ellos con paso firme.
-Nunca mejor dicho número ocho- contestó el otro desenvainando la espada, Rinsaku dio un suspiro, Yukiko y Hansel se acercaron al lado de Rinsaku.
-¿Quienes son, Rinsaku?- preguntó Yukiko asustada.
-Tranquila, me llevan persiguiendo desde hace unos meses por unos hechos pasados que no cometí, no se cansarán de que les apalice- dijo Rinsaku desenvainando la katana.
-¡Eso se acabará!- gritó uno de ellos dirigiendose hacia Rinsaku, el otro siguió a su compañero con la espada en la mano pero cuando el primero le iba a atacar se tropezó cayendo al suelo y haciendo caer a su compañero también, a uno de ellos se le podía ver en la espalda un gran siete blanco y al otro un gran ocho blanco.
-¿En serio son luchadores?- Preguntó Hansel mirando perplejo la extraña actuación de estos guerreros o mas bien payasos.
-Bueno guerreros... guerreros... no se les puede llamar – dijo Rinsaku riendose, el del número Siete de levantó enfadado.
-¡Nadie se burla de nosotros!- dijo enfurecido intentando asestarle un corte a Rinsaku, este lo esquivó fácilmente echándose hacia el lado izquierdo y dándole una patada en el costado lo lanzó por un barranco de varios metros mientras se le podía escuchar gritar, el número ocho miró la escena y miró hacia abajo por el barranco.
-¡Que sepas que volveremos, Rincaku!- dijo enfurecido número ocho.
-¡Es Rinsaku, idiota!- gritó Rinsaku mientras le lanzaba una bola de fuego que impactaba en el agente tirándolo por el barranco como a su compañero.
-Menudo... espectáculo...- dijo Hansel impresionado, Rinsaku guardó su katana.
-Vámonos anda, ha sido una pérdida de tiempo – dijo montándose en el carroaje, Hansel y Yukiko se montaron con él y el comerciante puso de nuevo en marcha el carroaje.
-¿Sabes quienes eran esos? - Preguntó Renji.
-No lo sé, se que me buscan por una cosa que no hice- contestó Rinsaku.
-Son la V.S.A en concreto son el agente número siete y ocho – Contestó Renji.
-¿¡La V.S.A!?- preguntaron los tres sorprendidos.
-Así es, la V.S.A está formada por muchas unidades pero entre ellas hay ocho personas especializadas, son los ocho agentes de las sombras, se dedican a hacer trabajos sucios o buscar personas muy peligrosas, se anumeran así hasta llegar al número uno que se dice que es el hombre mas fuerte de todo el continente, habrás hecho algo muy malo para que te estén buscando – Rinsaku se quedó callado en ese momento.
-¿Esos son los mejores miembros de la V.S.A? Pero si son unos payasos – dijo Hansel cachondeándose.
-No les subestimes, has conocido al número siete y ocho pero mientras mas bajo sea el número mas fuertes serán.
-¡No importa, Rinsaku podrá con todos ellos! ¿A que si, Rinsaku?- preguntó Hansel convencido, Rinsaku estaba callado sin decir nada, Yukiko le puso la mano en el hombro.
-Rinsaku...- dijo preocupada.
-Señor... hay malas noticias, el sujeto Rincaku ha escapado- decía número ocho mientras hablaba con miedo por el movil.
-¿¡Otra vez!? ¡Se acabó volved al cuartel general de inmediato enviaremos ha otros agentes!- decía una voz furiosa através del movil.
-Está bien señor- dijo número ocho colgando el movil.
-Te tocaba llevarte la bronca esta vez a tí- dijo número siete caminando hacia adelante.
Se había hecho de noche y todo estaba oscuro, el comerciante y los demás pararón para descansar, Hansel el probre que estaba agotado estaba en el carroaje con una manta echada encima dormiendo, hacía bastante aire y mucho frío, Rinsaku encendió una pequeña hoguera cerca del carroaje donde estaban todos sentados, menos Renji el cual seguía atado en el carroaje que también estaba dormido ya que no podía hacer otra cosa, Rinsaku estaba hundido en sus pensamientos solo se le venían los recuerdos de lo sucedido años atrás con su tío.
-Rinsaku, ¿estás bien?- preguntó Yukiko mirando preocupada a este.
-Come un poco chico, deberás tener hambre- dijo el orondo comerciante comiendo un trozo de pan, Rinsaku volvió en sí, dejando sus pensamientos a un lado.
-No... gracias... creo que me voy a dormir- Dijo Rinsaku levantándose y subiendose al carroaje, Yukiko suspiró, Rinsaku se echó al lado de unas cajas y cerró los ojos.
-Bueno creo que yo también dormiré- dijo el Comerciante cogiendo una manta y acostándose en el suelo al lado de la candela, Yukiko se quedó mirando la hoguera un buen rato sin decir nada.
Al día siguiente continuaron la marcha, Yukiko estaba dormida en el carroaje a causa de que había dormido poco, Hansel estaba distraido con el paisaje por el bosque que estaban pasando.
-¿Todavía piensas llevarme ante ellos?- preguntó Renji, Rinsaku se quedó callado sin saber que responder -Si vas nos apresarán a los dos, y creo que no es lo que quieres precisamente- dijo riendo.
-¡Hablaré con el que lleva las riendas de la V.S.A, todo es un mal entendido! - dijo Rinsaku eufórico.
-¿De verdad piensas que te harán caso? Pobre ingenuo – dijo Renji sin dejar de mostrar una sonrisa de medio lado un tanto malvada, el carroaje iba a cruzar un gran puente de madera colgante que conectaba con el otro lado del bosque un desfiladero separaba el bosque y abajo un gran río.
-¡Mira que vistas Hansel!- Decía Yukiko mientras miraba el paisaje, Hansel se acercó a ella mirando el paisaje también, a Rinsaku le vino a su cabeza como una premonición y dándole una patada a Renji lo tiró al suelo fuera del carroaje y rápidamente agarró a Yukiko y a Hansel saltando afuera del carroaje el cual pasaba por el puente, en el mismo instante que Rinsaku saltaba el puente explotó creando una gran humarea y destrozos por todos lados, algunas llamas estaban sobre los árboles y no había rastro del comerciante.
-¿¡Que ha sido eso!?- Preguntó alterada Yukiko, de entre los árboles salieron dos tipos con trajes uniformados y gafas de sol eran prácticamente iguales que los otros dos, pero uno el cual llevaba el número séis en la espalda, llevaba dos pistolas y tenía el pelo largo, liso y moreno, el número cinco era calvo y llevaba unos guantes negros, aparentemente no se le veía ningún arma pero se podían ver sus granes y fuertes músculos.
-No solamente eres diestro con la espada, parece que eres muy hábil, en mas cosas- dijo riendo número cinco mientras se crujía los nudillos.
-Al parecer han cambiado de payasos- dijo Rinsaku desenvainado la katana sereno, Renji esbozó una sonrisa de medio lado mientras observaba el espectáculo atado sin poder hacer nada.
-Veamos de que estás hecho- dijo número séis mientras comenzaba a vaciar los cargadores de sus pistolas, Rinsaku con gran velocidad fue esquivando las balas mientras se dirigía hacia él, pero nada mas vaciar los cargadores y Rinsaku intentar asestarle un corte con la katana número cinco aprovechó para darle un puñetazo en la cara, fue tan fuerte el puñetazo que lo lanzó varios metros.
-¡Rinsaku!- gritó Yukiko corriendo hacia él.
-¡No, quédate allí!- gritó Rinsaku, número cinco dio un puñetazo al suelo haciendo una pequeña grieta que hizo que Yukiko se callerá al suelo, Rinsaku se levantó.
-No voy a necesitar esto para ganaros- dijo lanzando la katana al lado de Hansel, y nada mas hacerlo fue directo a por sus contrincantes, número séis que había recargado la munición volvió a vaciar el cargador en él, este volvió a ir velozmente esquivándolas y dando un gran salto le dio una patada en la cara al número séis tirándolo al suelo.
-Prueba conmigo ahora, niñato- dijo número cinco preparándose sériamente, Rinsaku fue directo hacia él dando un grito, pero cuando intentó darle el puñetazo este se lo paró, agarrándole fuerte la mano haciendo que Rinsaku se arrodillase.
-Eres un enclenque- dijo número cinco riendo mientras apretaba mas apunto de romperle la mano, entonces sintió como le dieron un golpe en la cabeza, Hansel desde una rama le lanzó una piedra a este.
-¡Toma le he dado, el gran Hansel ha tenido que salvar a Rinsaku!- dijo Hansel mientras reía y saltaba sobre la rama la cual se acabó rompiendo haciendo que Hansel callera de culo al suelo.
-Estúpido crío, ahora verás- dijo caminando hacia este enfurecido, Rinsaku se levantó para frenarle pero entonces se oyó un disparo, este había resonado en el bosque mas que todos los otros, Yukiko pudo contemplar como Rinsaku se caía desplomado en el suelo.
-¡Rinsaku!- gritó Yukiko histérica y con lágrimas en los ojos, número séis se acercó a el cuerpo de Rinsaku.
-Objetivo eliminado- dijo confirmándolo.
-¡Maldito suéltame!- decía Hansel mientras era agarrado por el fortachón.
-¡Yukiko, desátame corre!- gritó Renji eufórico, esta no sabía que hacer, al ver como Rinsaku había caido desplomado y que una persona de quién no se podía fíar le estaba pidiendo que le desatara -¡Corre, estúpida o nos matarán!- gritó Renji, esta fue corriendo hacia Renji.
-No dejaré que le liberes- dijo número séis disparando a Yukiko, esta dio un salto y rodó por el suelo hasta llegar a Renji donde le liberó.
-¡Al fin!- dijo Renji alividado, Yukiko se asustó pensando que le había engañado, Renji fue velozmente a por la katana de Rinsaku, era tan rápido que ni se le veía, número séis le disparaba pero era en vano.
-¡No, no, no!- Gritaba este mientras disparaba al frente, lo último que vio fue a Renji que saltó sobre él y le clavó la katana en el pecho atravesándole, este escupió sangre por la boca y acabó muerto en el suelo creando un charco de sangre, Hansel se había desmayado después de tantos golpes que le dio número cinco.
-Eres bastante bueno, has acabado con número séis en un momento, es digno de admiración, aunque.. ¿Podrás conmigo?- dijo arrogante número cinco.
-¡Déjate de historias!- gritó Renji mientras lanzaba la katana de Rinsaku a toda velocidad la cual impactó en el pecho de número cinco dejándole clavado en el árbol.
-Es... es... increible..- dijo aterrorizado número siete escondido entre los árboles mientas observaba el panorama, cogió rápidamente el movil y marcó un número -Je..jefe tengo malas noticias... número cinco y número séis han sido eliminados- decía asustado número siete mientras le contaba los hechos.
-¡Esto se va a terminar ya, no habrá otra oportunidad para ellos, serán eliminados, vigílalos!- decía una voz eufórica através del movil.
-S..sí señor- dijo confirmando número siete y apagando el movil, entonces vio frente sí como apareció Renji como si fuera un fantasma.
-Adiós- dijo con una mirada de asesino mientras le atravesaba con la katana.
En un gran despacho decorado con armas colgando en la pared y un escritorio con un ordenador en medio estaba sentado un gran y gigantesco tipo musculoso, llevaba el torso desnudo en las muñecas tenía unos brazaletes de oro, llevaba un pantalón militar y unas botas, era calvo y tenía un gran bigote. Este se levantó y se dirigió afuera continuó por un pasillo largo y oscuro con celdas en los lados, había encerrados muchos tipos con malas pintas, al final del todo había una escalera que subía hacia arriba y otra al lado que bajaba. Este subió arriba y había una puerta metalica y dos guardias custodiándola los cuales se pusieron firmes al ver a este hombre.
-Abrid la puerta- dijo el hombre serio.
-Ahora mismo, coronel Vargas- dijo uno de ellos abriendo la puerta, Vargas entró adentró , era una habitación oscura y chica al fondo de la pared habia una persona atada con cadenas a la pared, tenía el pelo un poco largo y blanco, era una persona albina,con ojeras, llevaba una chaqueta de cuero y unos guantes rojos, el torso lo tenía desnudo dejando ver unos abdominales, los pantalones eran de cuero ajustados con hebillas en las piernas hasta llegar a las botas rojas.
-Kadash, es hora de tu regreso al mundo- dijo Vargas mirando serio. Kadash alzó la cabeza y con su cansada vista ojerosa miró a Vargas.
-¿Me has tenido diez años encerrados en esta prisión y me quieres liberar ahora?-preguntó desafiante Kadash.
-Hay un sujeto, el cual se ha vuelto muy peligroso y debe de ser eliminado, varios de los agentes mas fuertes han caido ante él, necesitamos tu ayuda.
-¿Que te hace pensar que ayudaré al gobierno?.
-Me hace pensar que nos ayudarás, porque si le derrotas tendrás la libertad absoluta.
-¿Y si no me quedaré en esta celda hasta el resto de mis días no es cierto?
-Así es.
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